DIA JUEVES

Jueves
Leer con oración:
Is 55:1-2; Ef 1:3-5; 1 Jn 5:18

“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. ”(He 4:15-16)
La Riqueza De Su Gracia
Pablo comienza el libro de Efesios hablando sobre la bendición espiritual que recibimos en los lugares celestiales en Cristo (1:3). Dios nos escogió para ser santos y sin mancha delante de nuestro Dios (v. 4). A fin de viabilizar el cumplimiento de Su propósito, Dios nos dio a Su Hijo gratuitamente. Nuestro Señor Jesús murió en la cruz en nuestro lugar y no tuvimos que pagar nada por eso. Por medio de la sangre de Cristo nuestrosm pecados fueron perdonados y fuimos limpiados, aptos para recibir la vida de Dios.
Una vez que nacimos de Dios, no debemos vivir más una vida de pecados (1 Jn 5:18). Antes de creer en el Señor, nuestro vivir estaba lleno de pecados y nuestra conducta y carácter estaban llenos de manchas. Pero, una vez que aceptamos al Señor Jesús, Él desea hacernos santos y sin mancha.
Por otro lado, fuimos predestinados para la filiación, que es el estatus de ser hijos maduros, “por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” (Ef 1:5). Ese es otro aspecto importante de la gracia que fue derramada abundantemente sobre nosotros.
Isaías 55:1 dice: “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche”. Esta ilustración nos muestra que diariamente necesitamos ir al Señor a fin de ganar un poco más de Su gracia (He 4:16). No se desanime por causa de sus debilidades, acérquese al Señor, a Su trono, que hoy es el “trono de la gracia”. Ese es el camino para crecer vida y alcanzar la plena filiación. ¡Alabado sea el Señor!
Punto Clave:
“Venid a las aguas”.
Pregunta:
¿De qué manera la obra de Cristo viabilizó el propósito de Dios al llamarnos?
La iglesia en Armenia
¡Jesus es el Señor!