DIA VIERNES

Viernes
Leer con oración:
Mt 6:9-10; Ef 5:5-23; 6:1-4; Tit 2:11-14

“Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente” (Ef 4:17). “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados”(v. 1)
De La Vanidad A La Realidad
En el capítulo 3 de Efesios, vemos la impactante oración de Pablo para que Cristo haga morada en nuestros corazones, por la fe, a fin de que conozcamos las dimensiones de Cristo y Su inmensurable amor. Sin embargo, para que eso ocurra, necesitamos de la gracia, que es Dios mismo dándose a nosotros para que Lo disfrutemos. Esa es una definición profunda, elevada y al mismo tiempo, extremadamente práctica.
Con excepción del capítulo 5, que no menciona la palabra gracia, todos los demás capítulos de la Epístola a los Efesios hablan de la gracia de Dios. El propósito de la gracia de Dios, por lo tanto, además de salvarnos, es apartar para Sí un pueblo exclusivamente Suyo, con Su vida y naturaleza, que haga Su voluntad y traiga Su reino a la tierra (Mt 6:9-10; Tit 2:11-14).
En el capítulo 3, Pablo nos muestra que, para que Dios dispense lo que Él es y tiene, necesita mayordomos y despenseros, que son los que administran Sus riquezas y las dispensan a Sus hijos. Los mayordomos nos ayudan a crecer en vida y a conocer el amor de Cristo. Ciertamente Pablo era un mayordomo, por eso oró para que seamos fortalecidos interiormente con poder, mediante el Espíritu, a fin de que Cristo haga Su morada en nosotros y seamos llenos de toda la plenitud de Dios.
En los tres últimos capítulos de Efesios, Pablo menciona cinco veces el verbo andar. Primeramente habla de andar como es digno de la vocación, o llamamiento de Dios, donde está implícita la gracia (Ef 4:1, 7). Después habla de andar en la verdad. Ese andar es opuesto al andar que está registrado en el versículo 17, en el que Pablo nos advierte a no vivir y andar como los gentiles, es decir, en la vanidad de sus pensamientos. Él también habla de andar en amor y en la luz (5:2, . Por último, nos muestra que la manera de andar como sabios es llenarnos del Espíritu (v. 18). Eso es fundamental para tener un vivir normal de iglesia, en las reuniones (vs. 19-21), en la vida familiar (vs. 22-23; 6:1-4), en nuestra vida social y profesional (vs. 5-9) y en la batalla espiritual por causa del evangelio (vs. 10-20).
Para tener la realidad de la vida de la iglesia necesitamos sabiduría y revelación, además de un andar que debe ser digno de la vocación con la que fuimos llamados. ¡Alabado sea el Señor porque hoy podemos practicar el libro de Efesios con realidad espiritual!
Punto Clave:
Liberados de la vanidad para andar como es digno del llamamiento de Dios.
Pregunta:
¿Cómo podemos vivir la realidad de la vida de la iglesia?
La Iglesia en Armenia
¡Jesus es el Señor!