DIA MIERCOLES

Miércoles
Leer con oración:
Ef 2:4-5

“El levanta del polvo al pobre, y al menesteroso alza del muladar, para hacerlos sentar con los príncipes, con los príncipes de su pueblo”(Sal 113:7-
De Material Inservible A Modelo Del Rebaño
La Epístola a los Efesios nos exhorta a no ser sólo cristianos comunes, que se conforman con ser salvos de la perdición eterna, que llevan una vida cristiana acomodada. El Padre quiere que Su vida crezca en nosotros para que obtengamos la plena filiación, a la cual Él nos predestinó.
Aquellos que eran pecadores y materiales destinados a ser quemados en el lago de fuego fueron objeto de la misericordia y del amor de Dios (Ef 2:4-5). Diariamente, necesitamos estar conscientes y tener gratitud porque estábamos destinados al fuego eterno, pero Dios nos rescató por medio de Su gracia. ¡Él comenzó a limpiarnos y a trabajar en nosotros para transformarnos en Su obra maestra! Además, nos puso en la vida de la iglesia, la cual es el Cuerpo de Cristo, la casa y la familia de Dios, Su nuevo hombre, Su novia y guerrera corporativa. ¡Qué maravilloso!
Debo confesar algo. Mi abuelo era muy rico y como mi padre era hijo único, heredó toda la fortuna de la familia; sin embargo, por tener dificultad para administrarla, terminó perdiendo todo. Por eso yo, aunque era muy joven, a pesar de ser el hijo menor entre los varones, tuve que trabajar mucho para ayudar con el sustento de la familia. Pero al pasar por esa y muchas otras dificultades, fui madurando y aprendí a administrar en cada situación que se me presentaba por delante, así me convertí en un empresario. Más tarde constituí una familia, y en 1955, tuve una experiencia genuina de conversión a Dios.
Un día mi hermano mayor me llevó a una reunión de la iglesia para oír el evangelio. Al término de la reunión un hermano se me acercó y me dijo: “Señor Dong, ¿usted sabía que todos los hombres pecaron; que todos nosotros somos pecadores?”. Entonces, respondí inmediatamente: “¡Qué! ¿Yo, un pecador? No, yo nunca he hecho nada malo”, y complete: “Ustedes serán pecadores, pero ¡yo no!”, y me fui. Más tarde, fui iluminado por el Señor y reconocí mi verdadera condición. La bondad de Dios me alcanzó, y me arrepentí, fui salvo y bautizado. Después, mi situación cambió: al encender un cigarro para fumar, sentí un sabor horrible; era el Señor me había librado de ese vicio. También perdí el deseo de beber y jugar; poco a poco, la vida divina que había recibido fue creciendo, me llevó a tener un vivir consagrado a Dios.
Creo que mi historia es semejante a la de ustedes, pues todos nosotros pasamos de la condición de material inservible a la condición de siervos del Señor Jesucristo y miembros de Su cuerpo. Un día en nuestra vida el Señor Jesús nos alzó; aun menesterosos, del polvo y del “muladar”, es decir, de un montón de basura, nos hizo sentar con los príncipes de Su pueblo (Sal 113:7-. Doy gracias al Señor porque tenemos muchos hermanos que están siendo transformados por el dispensar del Dios Triuno, son un referente positivo y un modelo del rebaño para los demás hijos de Dios. ¡Alabado sea el Señor!
Punto Clave:
Ser un referente positivo
Pregunta:
¿Es consciente de la gran obra que el Señor está haciendo en su vida?
La Iglesia en Armenia
¡Jesus es el Señor!