DIA MARTES

Martes
Leer con oración:
Zac 3:2-4; Ef 1:19; 2:4-5

“Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”(Ef 2:7-10)
De Pecadores A Obra Maestra De Dios
Aunque el hombre cayó, el plan divino de salvación fue suficiente para traerlo de regreso a la comunión con el Padre. De esta manera, Él desea continuar trabajando en el hombre e infundir Su vida en el espíritu humano con la intención de alcanzar toda su alma, para transformarlo en Su obra maestra.
Todo aquello que no viene de Dios será quitado de nosotros, por más doloroso que sea. Si oramos al Señor pidiéndole ser trabajados por el Espíritu, Él nos limpiará, sanará y sustentará por la supereminente grandeza de Su poder (Ef 1:19). Recordemos que el inmensurable amor de Dios por nosotros fue capaz de llevar a la cruz a Su único Hijo. El Señor Jesús sufrió, realmente, porque anhela tener nuestra presencia. Él un día desea decir: “Yo saqué a este tizón del incendio, saqué todo lo que era brasa, todo lo que era carbón; comencé a esculpirlo y miren en lo bello que se ha convertido ahora”. ¡El Señor está haciendo un gran trabajo en nosotros, transformándonos en Su obra maestra!
El Señor nos sacó y nos salvó del fuego (Zac 3:2-4), y ahora desea limpiar la parte que estaba en brasa, e incluso la que ya se convirtió en carbón. Este proceso de limpieza resultará en una obra maestra. Como ha sido destacado en esta serie del Alimento Diario, la Epístola de Pablo a los Efesios revela la economía de Dios y, en ese plan de dispensación, somos objeto de la obra del Dios Triuno – del Padre, del Hijo y del Espíritu.
Aun estando muertos en delitos y pecados y destinados al lago de fuego, “Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)” (Ef 2:4-5). ¡Aleluya! Éramos material destinado al lago de fuego, pero Dios cambió nuestro destino y ahora trabaja intensamente en nosotros por medio del Espíritu, para usarnos como material para la edificación de la iglesia, con miras al establecimiento de Su reino en la tierra.
Dios realiza Su obra en nosotros “para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya” (Ef 2:7-10). La palabra hechura en el original griego es poiema, y también puede ser traducida como obra maestra. El deseo de Dios es convertirnos en Su obra maestra, la cual exhibirá por toda la eternidad Su riquísima gracia para con nosotros.
Generalmente un artista escoge la mejor madera para hacer su obra maestra, pero él no nos escogería por ser material ya desechado y destinado al fuego. ¡Tenemos que agradecerle a Dios! ¿Usted tiene o no esa sensación, ese sentir? Y más: El Señor nos puso en la iglesia, el ambiente en el cual Él trabaja en nosotros, así como un artista ejecuta Su escultura. Dios nos está “esculpiendo”. Las cosas que no Le traen satisfacción son removidas, y Él añade más de Sí mismo, de Su vida y de Su naturaleza. De esta manera, seremos Su obra maestra que Lo expresará en el universo por toda la eternidad. La vida cristiana es un constante trabajar del Señor en nosotros. Por medio de las personas y las circunstancias que providencialmente son permitidas en nuestra vida, Él ejecuta Su obra transformadora.¡Alabado sea el Señor!
Punto Clave:
Esculpidos por Cristo.
Pregunta:
¿Usted ha sido esculpido en su día a día?
La Iglesia en Armenia
¡Jesus es el Señor!